LA VUELTA AL PUEBLO
Bajo la música de
la radio del auto para escuchar a los niños riendo en la plaza, pero no escucho
nada. Bajo del auto, cierro la puerta, camino hasta llegar a la plaza, pero la plaza está
desierta. Una suave brisa mueve las hamacas y me invade el recuerdo.
Camino un poco
más, se puede oler en el viento ceniza. Me estoy preocupando y entonces corro
hacia mi casa anterior, que es donde mi madre vive.
La puerta está
abierta. Entro a la cocina y grito “¡HOLA!”. Se escucha el eco, pero nadie
responde.
La casa está vacía.
Ya para ese momento pierdo la esperanza, pero me acuerdo de la granja donde
trabaja mi mamá. Cuando llego está deshabitada.
Vuelvo caminando
hacia mi auto, abro la puerta, pongo la llave, cierro la puerta y finalmente me
voy a mi casa. Volteo un segundo para ver el lugar donde crecí y digo- “Algo
muy grave paso acá”.